En 2024 se registraron temperaturas mundiales sin precedentes, tras el notable calor de 2023. También fue el primer año con una temperatura media claramente superior a 1,5 °C por encima del nivel preindustrial, un umbral fijado por el Acuerdo de París para reducir significativamente los riesgos y los efectos del cambio climático. Se batieron múltiples récords mundiales, tanto en los niveles de gases de efecto invernadero como en la temperatura del aire y de la superficie del mar, lo que contribuyó a la aparición de fenómenos extremos, como inundaciones, olas de calor e incendios forestales. Estos datos ponen de manifiesto la aceleración de los efectos del cambio climático provocado por el hombre.